Japón acelerará el establecimiento de una Agencia Nacional de Inteligencia
Para fortalecer las capacidades de recopilación y análisis de inteligencia, el gobierno japonés y el partido gobernante planean establecer una «Agencia Nacional de Inteligencia» a partir del año fiscal 2026. La Agencia Nacional de Inteligencia servirá como centro de mando para recopilar la inteligencia recopilada por diversos ministerios y agencias y transmitirla a la Oficina del Primer Ministro. Se presentará un proyecto de ley al respecto en el período ordinario de sesiones de la Dieta en 2026.
Actualmente, las actividades de inteligencia en Japón están fragmentadas entre varios departamentos, incluyendo la Oficina de Inteligencia e Investigación del Gabinete (dependiente de la Secretaría del Gabinete), la Oficina de Coordinación de Inteligencia Internacional (dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores), la Jefatura de Inteligencia (dependiente del Ministerio de Defensa) y los departamentos pertinentes de la Agencia Nacional de Policía. Si bien estas agencias proporcionan inteligencia a la Secretaría de Seguridad Nacional (establecida en 2014) cuando es necesario, el gobierno japonés ha percibido durante mucho tiempo la falta de un mecanismo unificado para integrar eficazmente las actividades de inteligencia.
La Agencia Nacional de Inteligencia se situará al mismo nivel que la Secretaría de Seguridad Nacional (NSS), que actúa como centro de mando de políticas para la diplomacia y la seguridad nacional. Bajo el liderazgo de la Oficina del Primer Ministro, se centrará en el fortalecimiento del sistema de inteligencia.
La motivación para la creación de la Agencia Nacional de Inteligencia surge de la creciente demanda en Japón de contramedidas contra las potencias extranjeras involucradas en espionaje. Los desafíos que deben abordarse incluyen la preocupación por la difusión de desinformación y desinformación en línea por parte del gobierno, y la interferencia en las elecciones.
Japón necesita fortalecer el papel de su centro de mando de inteligencia, centralizando las agencias de recopilación y análisis de inteligencia de varios ministerios y agencias para una gestión unificada.
El primer paso necesario es fortalecer la Oficina de Inteligencia e Investigación del Gabinete. Se debe establecer un sistema mediante el cual la Secretaría de Seguridad Nacional (NSS) sea responsable de la política exterior y de seguridad, mientras que el Servicio de Inteligencia Nacional (NIS) actúe como centro de mando de inteligencia. El NIS estará dirigido por un director recién nombrado.
La Secretaría de Seguridad Nacional actúa como secretaría del Consejo de Seguridad Nacional (NSC). El Consejo Nacional de Seguridad (NSC), presidido por el Primer Ministro, es responsable de revisar importantes políticas de seguridad. En el futuro, también se establecerá un Consejo Nacional de Inteligencia, cuya función será recopilar la información de inteligencia pertinente que el Primer Ministro necesita para definir las políticas.