¿Quién decide los precios mundiales del oro?

El mercado del oro experimentó una drástica caída esta semana. Tan solo un día después de alcanzar un máximo histórico de 4381 dólares la onza, los precios (金価格)del oro al contado cambiaron de rumbo abruptamente la noche del 21 de octubre, desplomándose y rompiendo la barrera de los 4100 dólares, lo que supuso la mayor caída en un solo día desde abril de 2013.

Esta violenta fluctuación tomó por sorpresa a muchos inversores. De hecho, cada subida y bajada de los precios del oro está estrechamente relacionada con su singular mecanismo de fijación de precios y múltiples factores que influyen en ellos.

El «Oro de Londres», considerado la referencia mundial, ha experimentado una evolución centenaria en su mecanismo de fijación de precios. En sus inicios, en 1919, el «Oro de Londres» era determinado conjuntamente por cinco importantes comerciantes de oro, entre ellos la familia Rothschild, mediante negociaciones telefónicas en la «Sala del Oro». Este sistema se basaba en la posición de Londres como centro mundial del comercio de oro y funcionaba mediante un modelo de negociación extrabursátil. La London Bullion Market Association (LBMA), fundada en 1987, integró los mercados de compraventa fragmentados y estableció un sistema de entrega único basado en lingotes de oro de 400 onzas, convirtiendo a Londres en el centro mundial de distribución de oro. En 2015, el mecanismo de fijación de precios se reformó nuevamente. Mediante un moderno sistema de subastas electrónicas, se celebraban reuniones de fijación de precios por la mañana y por la tarde de lunes a viernes en Londres, con la participación de varios bancos internacionales designados, entre ellos HSBC y JPMorgan Chase.

Estas reuniones de fijación de precios se asemejaban a una «subasta de oro» digital: los bancos recopilaban órdenes de compra y venta de clientes de todo el mundo, presentando continuamente ofertas en una plataforma electrónica hasta encontrar un precio de equilibrio que coincidiera con la mayoría de las órdenes. Este precio final se convirtió en el precio de referencia del oro de la LBMA, estableciéndose de inmediato como la base autorizada para la fijación de precios del oro al contado y sus derivados a nivel mundial.

Factores que afectan los precios del oro

Como activo refugio que trasciende los ciclos económicos, las fluctuaciones del precio del oro están siempre estrechamente relacionadas con variables clave como el panorama económico mundial, los riesgos geopolíticos y las tendencias de la política monetaria.

«El oro y la plata no son dinero por naturaleza, sino que el dinero es oro y plata por naturaleza». Esta afirmación clásica de Marx revela el estatus especial del oro en el sistema monetario.

Durante la era del patrón oro, la clave para que la moneda de un país fuera aceptada por otros radicaba en la solidez de sus reservas de oro. Tras la Segunda Guerra Mundial, aprovechando sus casi el 75 % de las reservas mundiales de oro, Estados Unidos estableció el sistema de Bretton Woods, basado en la paridad del dólar con el oro, sentando así las bases de la credibilidad del dólar como moneda de reserva internacional.

Sin embargo, la desvinculación del dólar del oro en 1971 marcó un punto de inflexión significativo en la historia monetaria moderna. Posteriormente, los bonos del Tesoro estadounidense sustituyeron gradualmente al oro como principal activo de reserva para los bancos centrales de todo el mundo. En los últimos años, con indicios ocasionales de riesgo de impago de los bonos del Tesoro estadounidense, han comenzado a aparecer fisuras en el sistema crediticio del dólar, lo que ha impulsado a los bancos centrales e inversores globales a aumentar sus tenencias de oro como herramienta crucial para protegerse contra el riesgo crediticio del dólar; esta es la lógica subyacente al sostenido aumento de los precios del oro desde el año pasado.

Más allá de los cambios en el sistema crediticio del dólar, múltiples factores influyen en el equilibrio del oro: las tensiones geopolíticas impulsan la demanda de refugio seguro por parte de los inversores; los aumentos sin precedentes en las reservas de los bancos centrales mundiales, junto con la continua acumulación por parte de los inversores institucionales, proporcionan un sólido respaldo estructural a los precios del oro; y los flujos de capital y el sentimiento del mercado actúan como amplificadores, magnificando cada sutil cambio en las fluctuaciones de precios.

Volviendo a la reciente caída del precio del oro que ha captado la atención del mercado, su detonante directo es precisamente el desequilibrio en la estructura de negociación a corto plazo. El aumento sostenido de los precios del oro desde septiembre ha generado un mercado alcista saturado, con la consiguiente acumulación de ganancias sustanciales. Cuando los precios alcanzaron niveles clave, la toma de ganancias concentrada y la salida de estas posiciones finalmente desencadenaron esta corrección técnica.

La historia ha demostrado repetidamente que el valor a largo plazo del oro coexiste con el riesgo de una alta volatilidad a corto plazo. En un mercado volátil, mantener la calma y resistir la tentación de perseguir precios altos es fundamental para proteger el patrimonio.