China responde a la guerra comercial de Estados Unidos importando soja

Desde la cumbre entre Estados Unidos y China el 30 de octubre, los precios internacionales de la soja se han disparado. Esto se debe a las expectativas del mercado de que China reanudará las importaciones de soja estadounidense. Al boicotear la soja estadounidense, China ha golpeado a la administración Trump donde más le duele: los agricultores estadounidenses, demostrando su determinación de mantener su posición en las negociaciones comerciales. Como el mayor consumidor mundial, la intención de China de utilizar la soja como moneda de cambio para presionar a Estados Unidos es muy clara.

El precio de los futuros del Chicago Mercantile Exchange (CME) (contrato principal), una referencia internacional, superó los 11 dólares por bushel el 30 de octubre, impulsado por la cumbre, alcanzando su nivel más alto en un año y tres meses. El secretario del Tesoro estadounidense, Bessenter, declaró el 26 de octubre, tras las consultas ministeriales entre Estados Unidos y China, que China aumentaría las importaciones de soja producida en Estados Unidos, lo que posteriormente provocaría un aumento sostenido de los precios.

Tras la cumbre, el presidente estadounidense Trump declaró que «están a punto de comenzar las compras a gran escala de productos agrícolas como la soja». Los precios de la soja, tras un descenso inicial, se han recuperado.

Airi Urano, investigadora principal del Instituto de Investigación Marubeni en Japón, señaló: «China representa la mitad de las exportaciones estadounidenses de soja, un volumen que no puede compensarse con un aumento de las compras a Japón y otros países. En adelante, si China incrementa sus compras de soja estadounidense, será un factor positivo para el mercado, y la magnitud del impacto dependerá de la cantidad adquirida».

Los precios de la soja llevaban tiempo estancados. En marzo, cuando China impuso aranceles a la soja en represalia por los elevados aranceles de la administración Trump, los precios cayeron a unos 9 dólares por bushel debido a la preocupación del mercado por la menor demanda. China aumentó sus compras a Brasil y Argentina, al tiempo que redujo los contratos de soja estadounidense, y las importaciones de soja de Estados Unidos finalmente se redujeron a cero en septiembre.

Philip Luck, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), comentó: «Esta es la tormenta perfecta (el peor escenario posible) para los agricultores estadounidenses». Además de los bajos precios, el aumento de los precios de las materias primas nacionales debido a los altos aranceles y la escasez de mano de obra causada por las políticas migratorias han agravado aún más la situación. La Asociación Estadounidense de la Soja estima que los costos promedio de producción superan los 12 dólares por bushel, lo que genera pérdidas cada vez mayores para los agricultores.