Países lanzan aranceles de represalia contra Estados Unidos y Japón solicita exención
El presidente de Estados Unidos, Trump, ha anunciado una serie de aranceles adicionales y los países están avanzando cada vez más hacia la introducción de «aranceles de represalia». Si bien Japón cuenta con disposiciones en su Ley de Tarifas Arancelarias, carece de legislación pertinente para la implementación independiente de las tarifas. Japón está adoptando una actitud cautelosa con respecto a las represalias.
Si un país socio toma medidas injustas contra productos de exportación, Japón puede responder de acuerdo con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Según el Ministerio de Finanzas japonés, el sistema arancelario de represalia de Japón consiste en que, si la OMC detecta una violación, se pueden imponer aranceles por el mismo monto.
Esta situación debe ser analizada por un pequeño comité (grupo de expertos) equivalente a la primera instancia del proceso de solución de diferencias de la OMC. Si no está satisfecho con el resultado, puede apelar a la segunda instancia del Comité Superior. Sin embargo, actualmente el proceso de selección de los miembros del Alto Comisionado se ha estancado debido a la oposición de los Estados Unidos y ha caído en la disfuncionalidad ante las vacantes.
Trump firmó una orden ejecutiva que impone un arancel adicional del 25% a todos los productos de acero y aluminio importados. Se impuso un arancel del 10% a todas las importaciones procedentes de China. Por otra parte, varios países respondieron inmediatamente anunciando aranceles de represalia, etc., de acuerdo con sus propias leyes.
Por ejemplo, China anunció aranceles adicionales de hasta el 15% a las importaciones de carbón y gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos. La presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, emitió una declaración el 11 de febrero en la que decía que se tomarían «contramedidas resueltas y correspondientes» contra los aranceles injustos y que no dudaría en imponer aranceles de represalia.
Por otra parte, el gobierno japonés no sólo es cauteloso respecto de los aranceles de represalia, sino también a la hora de presentar una demanda ante la OMC. El ministro de Economía, Comercio e Industria de Japón, Yoshiharu Muto, dijo el día 12 que había propuesto al gobierno estadounidense excluir los productos japoneses de los aranceles adicionales.
Muto no hizo una declaración clara sobre si exigiría la cancelación completa de los aranceles adicionales de acuerdo con las reglas de la OMC. Cuando Trump impuso aranceles al acero y otros productos durante su primer mandato como presidente, la UE presentó una queja ante la OMC, mientras que Japón no lo hizo.
China también ha estado ejerciendo una creciente presión económica sobre Japón en los últimos años, lo que incluye la implementación de controles a las exportaciones de grafito utilizado en baterías de vehículos eléctricos (VE) puros y un embargo a los productos acuáticos japoneses.